sábado, 15 de marzo de 2008




- Medio kilo de hojas-amapolas.
- Un melocotón de Calanda sin pelar.
- Una bola de alcanfor.
-Treinta terrones de azúcar y las peores intenciones en siete granos de arroz.

El tiempo de cocción dependerá de las prisas...
Se servirá a temperatura ambiente o hielo bien picado dependiendo de las estaciones o del momento y en una copa de cristal, si puede ser de Bohemia. Mientras el invitado bebe no se tiene que perder la calma, ni instigar a que trague mas aprisa. Se mantendrá una sonrisa beatifica que no parezca mueca y un exquisito cortejo, sin excesos para que no se levanten sospechas. Si protesta por el dulzor del "néctar" hacer como si no se hubiesen oído sus palabras, si por el contrario se queja de amargor añadir solícitamente tan solo media cucharadita de miel de enebro. Es primordial mantenerle a una prudente distancia, es decir, que no se acerque mucho ni se levante del sofá, o silla, donde asentó sus nalgas por eso de eludir delirios de amor, impetuosas carantoñas u otras vehemencias fuera de contexto. A continuación, y si es posible, respirar profundamente y soportar su parloteo-de-dobleces-artimañas con mirada arrobada y prestarle una atención de divina complaciencia. Y por último esperar: en diez minutos se podrá celebrar y bailar la ausencia-muerte de un hijo de puta menos.
M
E
N
O
S

8 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajajajaja... !Ke bueno!.. jajajajajaja..

Anónimo dijo...

Eres mala mala mala mala pero como me gustas... mala ;)

Anónimo dijo...

Yo conozco una manera mas sutil de matar a un hijo de puta: sonreirle.
Llamame si me necesitas, madame de Lafitte. Date por besada en la mano.

Anónimo dijo...

¿no faltaria un poco de arsenico? es para no fallar. Ya sabeis mi puta que no de Lafitte sino mia (!dame un numerito, vive dios!) que un hijo de puta resentido es mas peligroso que uno sin resentimiento. Imagina que solo le dejas medio muerto...

Anónimo dijo...

Molas

Anónimo dijo...

como siempre dando saltos de un lado a otro, ahora suave, ahora muerdes. quiero seguir leyendo tus besos y tus bocados.
procura no quedarte nunca en el medio.

Anónimo dijo...

Cuando vuelvas a Antequera yo te daré una receta mucho mas sencilla. No te olvides de recordarmelo, mi niña.

Anónimo dijo...

Matar con dulzura a un hijo de puta tiene que ser magnifico y sobre todo si va aderezado con amapolas y azucar. Yo soy amante de lo sutil.